Es bien cierto que una imagen vale más que mil palabras. Por mucho que te hubiera explicado, por muy acertadas que hubieran sido las palabras, no lo hubieses visto tan claro como lo viste el otro día en la webcam. Te hicieron falta solo 5 segundos para darte cuenta de lo que me pasaba. Y así me lo preguntaste: -¿Por qué tienes esa cara de idiota? La cara es el espejo del alma.
¿Qué se infiere de todo esto? Dos cosas. O bien yo tenía cara de muy muy idiota o bien, que aunque hace falta mucho tiempo para conocer a una persona, una vez que lo consigues ya no tiene secretos para ti.
Yo creo que son las dos.
¿Qué se infiere de todo esto? Dos cosas. O bien yo tenía cara de muy muy idiota o bien, que aunque hace falta mucho tiempo para conocer a una persona, una vez que lo consigues ya no tiene secretos para ti.
Yo creo que son las dos.
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