16 ago 2010

Los Alpes 2010 - Día 7: Aiguille du Midi - Montblanc du Tacul


Jueves 1 de Julio de 2010

Recuperados del Montblanc hemos decidido intentar otro 4mil: el Montblanc du Tacul. El tiempo permanece estable: mañanas soleadas y nuboso con posibilidad de tormenta al atardecer. Así que el Tacul es perfecto para una marcha de un día. Calculamos unas 3-4 horas para subir y 2-3 para volver.

Descargar el croquis de la ruta para Google Earth

Lo bueno de esta zona es que está llena de remontes que te suben muy alto en pocos minutos (previo pago de un webo claro). Saliendo temprano del camping, cogemos el primer viaje en telecabina a l'Aiguille du Midi (41€ ida y vuelta). De forma que a las 8 de la mañana estamos a 3800m, listos para el descenso por la arista de la Vallée Blanche. Hay que tener mucho cuidado al bajar ya que además de la pendiente, la arista es tan estrecha que apenas cabe una persona. A la derecha, 300m de caída; por la izquierda, más de mil metros de caída vertical hasta Plan de l'Aiguille. Mejor no dar un paso en falso. Quién me mandará a mi meterme por estos sitios de buena mañana. Un par de consejos: bajar encordado al compañero pero en corto (apenas 3m de cuerda entre ambos) y no mirar abajo (¿pero quién puede resistirse?).

Sorteado este primer tramo se sigue descendiendo y girando hacia la derecha hasta encarar el Tacul. Tras él, un poco más alto el Mont Maudit y tras él, un poco más alto, el Montblanc. Para llegar al pie de la montaña hay que atravesar primero el glaciar de la Vallée Blanche (aunque no sé si este tramo debería llamarse Glacier du Tacul). La travesía es relativamente fácil pero hay que ser muy cauto y no salirse de la huella. Todo el hielo del glaciar está cubierto por una gran capa de nieve así que en cualquier sitio puede haber oculta una grieta. Aquí, progresamos con unos 10m de cuerda entre nosotros.

A nuestra derecha dejamos l'Aiguille du Midi y el Refuge des Cosmiques. Entre ellos, la arista des Cosmiques. A la izquierda, el valle con Italia al fondo. También hay algunas tiendas plantadas en la nieve; qué valor, con el frío que tiene que hacer aquí por la noche. Claro que, con un buen (y pesado) equipo no tienes por qué pasar frío y así te ahorras la pasta de quedarte en un refugio.

Una vez al pie del Tacul es donde empieza lo duro. Nos hemos levantado temprano para evitar las horas de más calor ya que no son raras las avalanchas. Ahora toca ir para arriba, para arriba y para arriba sin detenerse mucho. La pendiente es alta y en algunas zonas hacemos zig-zags. Es lo bueno de subir por la nieve, que te puedes hacer la senda a tu medida. Miro de vez en cuando para abajo y, a pesar de la inclinación, no parece difícil deterse en caso de una caída. Que el camino no presente gran dificultad no quiere decir que no esté exento de peligros. A mitad de la ascensión nos encontramos con alguna rimaya que cruzamos por su parte más estrecha. Un piolet más técnico e incluso un segundo vienen bien aquí ya que hay que trepar rápido para sortearla. Más arriba, llegamos a los pies de unos seracs que rodeamos por su derecha. No sé, quizás mide 20 o 30m de alto. Joder, como se me caiga este bloque de hielo encima...

Montblanc du Tacul con el Mont Maudit y el Montblanc al fondo

Al estar sobre hielo y nieve, hay que tener en cuenta que la morfología cambia constantemente; así que, el que ahora haya una grieta o un bloque de hielo en determinado punto no quiere decir que el año que viene vaya a estar ahí, o que tenga el mismo tamaño. Así que decir que la grieta o el serac hay que bordearlo por tal sitio sólo sirve para ese día, en ese momento. En cada ascensión habrá que evaluar cómo y por dónde sortear dichos accidentes.

Tras los sercas, enseguida se llega a la loma del Tacul (Epaule du Mt Blanc du Tacul) donde se da un giro a la izquierda para subirla en dirección a la cima. El recorrido de la loma, de suave pendiente, es precioso ya que las vistas son impresionantes. A nuestra derecha, el Mont Maudit (4465m) con el Montblanc detrás. Se ve claramente la pared de la que hablabamos hace unos días. Creo que la próxima vez tenemos que subir al Montblanc por aquí. A nuestra izquierda tenemos l'Aiguille du Midi y la Vallée Blanche.

Seracs y rimaya en el Montbanc du Tacul

A pesar de (o gracias a) todo lo que llevamos subido estos días me encuentro mucho mejor que cuando subimos al Montblanc. No me falta el aire como aquel día. Tengo que admitir que eso de la aclimatación es en serio. Y se nota.

Una vez recorrida la loma, para coronar la cima hay que trepar el bloque de roca. Pedro se tuvo que dar la vuelta aquí hace una semana pero hoy venimos preparados con algun tornillo de hielo para asegurarnos. Pero ha pasado una semana y con el calor, la cantidad de hielo que cubría las rocas se ha reducido considerablemente. Aún así, mucho cuidado, el hielo está muy duro y la roca es resbaladiza. Hay que subir por una chimenea abierta y luego bordear varios picos de roca en una zona muy expuesta. En total unos 10m. Aunque parecen más debido al canancio y la adrenalina.

En la rocosa cima, marcada con una cruz hecha con tubo metálico, no hay mucho espacio (a diferencia del Montblanc). Apenas caben unas dos o tres personas, de pie y no muy estables. Por lo menos hace muy buen tiempo y disfrutamos de las vistas por unos minutos. Después de echarnos la foto, bajamos con mucho cuidado las rocas y emprendemos el regreso. Vamos con algo de prisa ya que es tarde. No es aconsejable que las horas de más calor nos pillen bajando por debajo de los seracs ni por la zona de avalanchas.

Por suerte, bajamos de forma segura y rápida y en un par de horas estamos de nuevo en la arista de la Valléé Blanche. ¡Ja! pero esta vez para subirla, no para bajarla como esta mañana. La arista se me hace larguísima, sobre todo en su primera parte porque ya si que estoy cansado y me paro muy a menudo. El último tramo, el más peligroso y expuesto lo subimos rápido, no me quiero parar a descansar aquí. Aún así, nos cruzamos con gente que baja. Casi no hay espacio para apartarse. Uno se echa a un lado y está en el mismísimo borde del precipicio. Mientras la otra persona pasa pegada a tu lado piensas: si se resbala o me da el más mínimo toquecito me voy a la mierda.

Arista de la Vallée Blanche desde l'Aiguille du Midi

En el gran mirador de l'Aiguille du Midi nos espera Rakel, que nos ha estado fotografiando y filmando mientras subíamos. Con lo que grabó, hemos montado este vídeo, cuál bautizo/comunión alpino de los niños:



1 comentario:

Cad dijo...

Joder, se me han puesto los pelos como escarpias con el video!