12 ene 2005

¡Quiero ser leve!


Esto de navegar según sopla el viento podría parecer muy fácil pero tanto cambio de rumbo me está mareando un poco. En pocos días he cambiado de puerto como unas 100 veces y otras tantas de rumbo para llegar a ellos. Y a uno le da por pensar que si sólo hubiera un camino, si el mundo fuese una línea recta y no hubiera más sitios por el que ir todo sería más fácil. Uno nunca podrá vivir varias vidas y una vez vividas escoger la mejor; a veces no podemos saber si el camino que no tomamos nos hubiera llevado a mejor puerto así que nos tenemos que conformar con tomar una decisión y llevarla hacia adelante hasta el final sin pensar en qué pasaría si hubieramos tomado la contraria. Se podría decir que el peso de nuestras decisiones es, a veces, insoportable.

En momentos como ese me acuerdo de cuando me contabas cómo M gritaba a los cuatro vientos que deseaba ser leve.


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