Después de una Navidad en España pasada por agua y un retorno bajo cero a Bruselas he comenzado y terminado el año como de costumbre: enfermo.
Y no es que las lluvias que han caído me hiciesen coger frío; lo que me hicieron es resbalar en la acera el día de Nochebuena que tuvo un esguince en el tobillo como consecuencia, ja. Así que me pasé las fiestas en casa como ha ocurrido otras veces. Como mi familia es algo amplia y tiene que haber de todo, Papá Noel me trajo un fisioterapeuta personal (y gratuito) esa misma noche. El milagro de la Navidad había ocurrido: cual CR9 cualquiera podía caminar por la calle al cabo de cuatro días cuatro. (CR9 se hubiese ido de marcha esa misma noche para celebrarlo así que yo, en una burda imitación acabé en el "amigo que nunca falla" Hannigan&Sons de Granada un lluvioso martes de Diciembre).
El esguince de tobillo acabó con las pocas opciones de subir a la sierra que ya de por sí quedaban visto el mal tiempo que ha hecho. Creo que jamás he visto en Granada tantos días seguidos de lluvia. Había planeado subir a La Sagra, en el extremo oriental de la cordillera subbética, a la Alcazaba desde Trevélez y al Refugio de Elorrieta desde la Hoya de la Mora, en Sierra Nevada. Estas expectativas eran teniendo en cuenta la nieve que había caído hasta mediados de diciembre. Seguramente ahora cambiaría los planes.
Al terminar las vacaciones, la vuelta al trabajo se me presentaba bastante dura ya que no acostumbro a tomarme periodos de más de dos semanas. De hecho se me ha olvidado completamente la contraseña del ordenador del curro. Da igual, aún no he vuelto al trabajo. Unas anginas que comenzaron en el vuelo de vuelta me han tenido postrado en la cama hasta hoy. Hasta el médico me dió la baja y todo, qué ilusión. "Y no se le ocurra salir a la calle". Santa palabra. Que las calles de Bruselas están heladas desde hace ya un mes. No es que nieve mucho, un poco cada día, pero las temperaturas bajo cero desde hace semanas no dejan que se derrita la nieve.
Así que bueno, pasaremos el fin de semana en casita, cerca del radiador y de internet. Aún tengo algo de fiebre pero si todo va según lo esperado, el lunes ya no tendré más remedio que ir a trabajar.
Supongo que hay quien cree en eso de comenzar bien el año, de hacer nuevos propósitos, etc. Yo no. Sé que se avecinan cambios de nuevo y por lo tanto este año se va a pasar muy rápido y tengo que aprovecharlo.
Feliz año nuevo a todos.
Y no es que las lluvias que han caído me hiciesen coger frío; lo que me hicieron es resbalar en la acera el día de Nochebuena que tuvo un esguince en el tobillo como consecuencia, ja. Así que me pasé las fiestas en casa como ha ocurrido otras veces. Como mi familia es algo amplia y tiene que haber de todo, Papá Noel me trajo un fisioterapeuta personal (y gratuito) esa misma noche. El milagro de la Navidad había ocurrido: cual CR9 cualquiera podía caminar por la calle al cabo de cuatro días cuatro. (CR9 se hubiese ido de marcha esa misma noche para celebrarlo así que yo, en una burda imitación acabé en el "amigo que nunca falla" Hannigan&Sons de Granada un lluvioso martes de Diciembre).
El esguince de tobillo acabó con las pocas opciones de subir a la sierra que ya de por sí quedaban visto el mal tiempo que ha hecho. Creo que jamás he visto en Granada tantos días seguidos de lluvia. Había planeado subir a La Sagra, en el extremo oriental de la cordillera subbética, a la Alcazaba desde Trevélez y al Refugio de Elorrieta desde la Hoya de la Mora, en Sierra Nevada. Estas expectativas eran teniendo en cuenta la nieve que había caído hasta mediados de diciembre. Seguramente ahora cambiaría los planes.
Al terminar las vacaciones, la vuelta al trabajo se me presentaba bastante dura ya que no acostumbro a tomarme periodos de más de dos semanas. De hecho se me ha olvidado completamente la contraseña del ordenador del curro. Da igual, aún no he vuelto al trabajo. Unas anginas que comenzaron en el vuelo de vuelta me han tenido postrado en la cama hasta hoy. Hasta el médico me dió la baja y todo, qué ilusión. "Y no se le ocurra salir a la calle". Santa palabra. Que las calles de Bruselas están heladas desde hace ya un mes. No es que nieve mucho, un poco cada día, pero las temperaturas bajo cero desde hace semanas no dejan que se derrita la nieve.
Así que bueno, pasaremos el fin de semana en casita, cerca del radiador y de internet. Aún tengo algo de fiebre pero si todo va según lo esperado, el lunes ya no tendré más remedio que ir a trabajar.
Supongo que hay quien cree en eso de comenzar bien el año, de hacer nuevos propósitos, etc. Yo no. Sé que se avecinan cambios de nuevo y por lo tanto este año se va a pasar muy rápido y tengo que aprovecharlo.
Feliz año nuevo a todos.
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