31 mar 2011

Nishihotaka-dake (2909m) 西穂高岳

Se acaba el invierno y sigo sin poder subir al Fuji. He tenido que cancelar en varias ocasiones por diversos motivos. Entre ellos el gran terremoto del otro día. El dueño del único refugio que abre en invierno me ha dicho que no tiene electricidad y que no abrirá hasta Mayo.

Entre tanto pues voy a otras montañas. Este fin de semana fui al Nishihotaka (2909m)(西穂高), cima oeste de las montañas Hotaka, entre las prefecturas de Nagano y Gifu. Ya había estado en esa zona cuando visitamos Kamikochi. Y dije entonces que tenía que volver y así lo hice. Aquella vez, preguntando en el Centro de Información me hablaron de un telecabina que sube desde el otro lado y de un refugio de montaña a unos 2400m en el que se puede pasar la noche para luego subir a las cimas cercanas. La ruta al Nishihotaka desde el refugio tiene un desnivel de 600m pero es un constante subir y bajar de cimas secundarias por lo que el desnivel acumulado es de unos 900m en realidad.


Croquis de la ruta

El telecabina, Nishihotaka Ropeway (新穂高ロープウェイ) se coge en este punto. Aquí hay un pdf con horarios y tarifas en inglés. En la parte de arriba del telecabina, a 2156m, hay un mirador, restaurante y tal para que las familias disfruten de un día "en la montaña". Es algo parecido a un mini mirador de l'Aiguille du Midi, salvando las distancias, bueno, en este caso las alturas. Desde aquí hasta el refugio de Nishiho-sanso(西穂山荘)(2385m) hay una hora u hora y media según la nieve. En esta época del año, esa zona está hasta arriba de nieve y a la salida del mirador, el personal de las instalaciones se dedica a hacer pasillos (de más de 2m de alto) con una pequeña quitanieves para que la gente se divierta recorriéndolos en plan laberinto. Desde ahí, da igual el que se coja, al final se acaba en un sendero que al principio desciende pero va siempre de cara a la montaña. El camino está señalizado en verano y balizado con cinta de colores en invierno.


Rakel subiendo hacia Nishiho-sanso

Por el sendero sube y baja gente a menudo por lo que si no es después de una gran nevada, no hace falta abrir huella. Rakel y yo subimos cómodamente en una hora y veinte minutos por un camino precioso. Nishiho-sanso está situado en la línea de bosque, en lo alto de una loma con vistas a los valles de Kamikochi y del río Gamadagawa (en el que está el remonte). El refugio es grande, bueno y acogedor. Hay cobertura móvil en el bar. En su web (traducción de google) dice que tiene capacidad para 300 personas. Ignoro como se pondrá el refugio en verano pero este fin de semana habría unas 25 personas. El montañismo no es muy popular en Japón aún así hay siempre unos pocos aficionados, normalmente, gente mayor. Es similar a otros refugios de montaña que se pueden encontrar en los Pirineos o en los Alpes, e igual de caro (9300YEN por persona media pensión). Aunque tiene sus peculiaridades japonesas que lo hacen más interesante: la comida que sirven es evidentemente japonesa así que no esperes cenar pasta y desayunar leche con magdalenas. No hay literas sino futones y se duerme en el suelo de tatami. Disponen de habitaciones privadas también. Eso sí, como en otros refugios, no hay agua corriente. También puedes poner la tienda fuera, por lo que cobran un precio más módico. El sábado cuando llegamos hacía -12ºC antes de oscurecer así que allá cada uno. Los teléfonos para reservar están en su web pero no hablan inglés.

El personal del refugio fue muy amable con nosotros, como es habitual en Japón. Ya nos estaban esperando. Al principio me desenvolví en mi escaso japonés pero viendo mis dificultades, el chaval pasó a un muy buen inglés. Por supuesto, pudimos notar que despertamos gran expectación los dos guiris entre los demás huéspedes; aunque rara vez se atreven a decirte nada por esa timidez y decoro japonés. Pero si tu les das pie, enseguida te hablarán: "¿De dónde vienes?" "¿Cuánto tiempo estáis aquí?" "Yo estuve una vez en Barcelona" son las frases estándar que escuchamos siempre. Después de cenar (17:30) y tras hacer la mochila y revisar el equipo para el día siguiente, a dormir. El desayuno lo sirven a las 06:00.

A la mañana siguiente Rakel se quedó durmiendo plácidamente al calor del refugio y yo encaré la parte seria de la montaña. Saliendo del refugio, hay que subir la loma con los crampones puestos desde el principio. No estaba sólo. Bastante gente iba para arriba. Y aquí tengo que hacer una aclaración acerca de los japoneses: hagan la actividad que hagan, irán siempre super equipados, con todo el material y todos los accesorios, aunque en muchas ocasiones no sepan para qué sirve o cómo usarlo. Así de absurdo. En el montañismo, eso se traduce en ropas y equipos de marcas muy caras, todos muy conjuntados y a la última moda. Viendo a la gente prepararse para salir, no puede encontrar ni una sola suela de bota gastada, ninguna prenda deshilachada o un piolet con signos de haberlo clavado.


Preparándose al amanecer

Fui subiendo poco a poco pero sin pausa y enseguida empecé a dejar atrás a los que se paraban a media subida, en medio del hielo y del viento a ponerse los crampones. Una vez se sube la loma, se camina por ella casi sin pendiente hasta que se llega a la primera de las complicaciones. El camino en verano consiste en trepar con pies y manos en algunos tramos. En invierno pues, toca usar crampones y piolets. La primera de las subcimas (2701m)(no soy capaz de encontrar el nombre en cristiano) tiene bastante pendiente y vendrían bien dos piolets con algo de curva. Si uno va en equipo es mejor encordarse ya que hay un tramo algo expuesto donde un resbalón no está permitido. En ese punto, de todas maneras, hay una cadena a la que agarrarse (la ruta no está equipada para una ascensión en invierno). De todas formas, si uno no lo ve claro, siempre puede trepar por el lado más rocoso, más difícil pero que está menos expuesto.

He aquí un ejemplo de lo que decía antes: en esta foto se pueden ver dos personas encarando esta parte más difícil, una abajo, a media ladera (de negro y amarillo) y otra más arriba (de azul), entre las rocas, a medio subir. En esta otra foto, que tomé un minuto después, la persona que estaba entre las rocas está unos metros más arriba, mientras que la que estaba abajo ha desaparecido. ¿Dónde ha ido? Pues acaba de caerse ladera abajo. El chaval se resbaló delante de mis narices mientras yo tomaba fotos. El pobre quedó a merced de la pendiente y a pesar de llevar el piolet siempre en la mano, no sabía cómo usarlo para detenerse. Algo básico si haces este tipo de cosas. Lo veías alzarlo en el aire e intentar clavarlo como si fuera un pico... Por suerte (y por alguna fuerza de rozamiento mágica) se detuvo, tras unos 20m valle abajo y la cosa no fue a mayores. Desde arriba, le pude indicar hacia dónde dirigirse para remontar pero tampoco hubiese podido hacer más. No iba a ir a buscarle para que me arrastrase a mi también.


Gente en la primera cima a 2701m

Superada esta primera cima, hay que descenderla por el otro lado, subir otro montículo para luego encarar la subida a la Pirámide (ピラミドピク). De camino a ella, y en el resto del recorrido, hay numerosas cornisas a derechas así que hay que tener mucho cuidado de no caminar cerca de la arista. Se puede subir bien por la vertiente izquierda guardando varios metros de seguridad. Tras la Pirámide hay otra pequeña cima que no merece la pena subir. Es más fácil bordearla por el lado izquierdo como hizo mi compañero de travesía (el japo de azul en las fotos) adelantándome mientras yo me mataba a subirla y a bajarla.

Tras seguir un poco más por la afilada arista queda la última subida. No muy técnica aunque de nuevo un par de piolets vienen mejor que uno sólo de travesía :( Pero es más una cuestión de piernas que otra cosa. En unas 3h desde el refufio, parándome a hacer fotos y a disfrutar del paisaje, estaba en la cima del Nishihotaka. Aproveché los minutos de la cima para lo típico, unas fotos de rigor, un vídeo, comer algo y algunas fotos más, que para eso he cargao los 1.5Kg de cámara... Una de las personas que había en la cima me preguntó con curiosidad que qué idioma estaba hablando mientras narraba lo que grababa en vídeo. "Español". Juas, se quedó con el culo torcío. Ya tenía anécdota para contar en casa esa noche.


En la cima, con el Hotaka-dake al fondo

A la vuelta, el cielo se cubrió de nubes tal y como indicaba la previsión meteorológica y me alegré de haber hecho las fotos durante la ida. La bajada no es tal ya que hay que volver a bajar y subir las sub-cimas otra vez. Pero ahora, al estar más avanzado el día y haber pasado más gente, por lo menos se puede clavar el piolet con facilidad. A la ida a duras penas arañaba la nieve helada. Tengo que decir que me crucé con bastante gente que subía bastante tarde y más de uno se dió la vuelta resignado visto el mal tiempo.


Vista de la subida, desde la cima

De vuelta en el refugio a eso de las 12 no hay nada mejor que unos ramen y una cerveza a la que me invitó mi amigo de azul, del cual no sé ni siquiera su nombre, pero con el que tuve el placer de simultanear esta bonita ascensión. Le debí haber pedido el email o algo... Quizás en el refugio le conozcan...


De vuelta en el refugio, a unos agradables -5ºC.

En resumen, una montaña de no mucha altitud pero algo técnica si se sube en esta época del año. Muy divertida. Crampones y piolet imprescindibles. Dos piolets técnicos, arnés, cuerda, casco, etc no están de más, al menos para algunos tramos que son de fuerte pendiente aunque cortos. La estancia en el refugio también es recomendable.

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Es difícil encontrar información acerca de las montañas japonesas. Entre que no es una actividad muy popular y que la información en japonés no la puedo leer, cuesta mucho preparar las rutas. Es por eso que doy tantos detalles. El resto de las fotos que tomé se pueden ver aquí. Los únicos sitios que he encontré de gente que hablaba de la zona son Where is Arturo? y Traveling Atomist.

1 comentario:

Unknown dijo...

Muchas gracias por estos post de alpinismo en Japón.

Abrazos