Estimadísmo Sr. jefe del servicio de aduanas, fronteras y otras hierbas del Yunaited Quindom,
Debería usted saber que todos los ciudadanos de países pertenecientes a la Comunidad Económica Europea pueden viajar libremente y desplazarse por los estados miembros sin necesidad de llevar consigo el pasaporte. Es suficiente con la tarjeta de identificación de cada país. Así que no entiendo por qué cada vez que entro en su país y muestro mi DNI en el control de seguridad del aeropuerto, sea cual sea la hora, sea cual sea el día y sea cual sea la ventanilla, hay problemas y al final tengo que acabar mostrando el pasaporte para no complicarme más la vida. Y acto seguido someterme a sus habituales preguntas de rigor: de dónde vengo, para qué he venido, si soy estudiante... ¿Estudiante? Supongo que lo dirá porque no voy vestido como los chupatintas que se han bajado del mismo avión que yo y que van al mismo sitio que yo, esos de ahí, los que van muy puestos en su papel de "trabajo en una empresa muy importante y llevo una camisa y una corbata que me están asfixiando pero no me importa porque por fin soy algo en la vida y ya casi ni me acuerdo de cuando los demás niños me pegaban en el colegio y me quitaban el bocadillo en el recreo". Si es cierto, voy en zapatillas y vaqueros y no, como puede usted comprobar no me he afeitado y la maleta que llevo es de los veinte duros. ¿El portátil? Bueno, no sé si se lo va a creer pero la empresa que ha cometido la temeridad de contratarme decidió también que podía dármelo para que guarde mis canciones em mp3 e instale el Winamp. ¿que si entonces he venido aquí para trabajar? Mmmm, pues tampoco es eso exactamente, lo que se dice trabajar. Verá, yo he venido aquí para hacer turismo, comer pastel de carne, subirme en el London Eye, ir a escocia y beber güisqui, jugar al criquet, vomitar cada vez que les veo comer con leche en vez de con agua o vino, ... lo que pasa es que en vez de pagar por ello, es la empresa la que me paga a mi.
Atentamente, póngame a los pies de la reina y le diré si le huelen.
Debería usted saber que todos los ciudadanos de países pertenecientes a la Comunidad Económica Europea pueden viajar libremente y desplazarse por los estados miembros sin necesidad de llevar consigo el pasaporte. Es suficiente con la tarjeta de identificación de cada país. Así que no entiendo por qué cada vez que entro en su país y muestro mi DNI en el control de seguridad del aeropuerto, sea cual sea la hora, sea cual sea el día y sea cual sea la ventanilla, hay problemas y al final tengo que acabar mostrando el pasaporte para no complicarme más la vida. Y acto seguido someterme a sus habituales preguntas de rigor: de dónde vengo, para qué he venido, si soy estudiante... ¿Estudiante? Supongo que lo dirá porque no voy vestido como los chupatintas que se han bajado del mismo avión que yo y que van al mismo sitio que yo, esos de ahí, los que van muy puestos en su papel de "trabajo en una empresa muy importante y llevo una camisa y una corbata que me están asfixiando pero no me importa porque por fin soy algo en la vida y ya casi ni me acuerdo de cuando los demás niños me pegaban en el colegio y me quitaban el bocadillo en el recreo". Si es cierto, voy en zapatillas y vaqueros y no, como puede usted comprobar no me he afeitado y la maleta que llevo es de los veinte duros. ¿El portátil? Bueno, no sé si se lo va a creer pero la empresa que ha cometido la temeridad de contratarme decidió también que podía dármelo para que guarde mis canciones em mp3 e instale el Winamp. ¿que si entonces he venido aquí para trabajar? Mmmm, pues tampoco es eso exactamente, lo que se dice trabajar. Verá, yo he venido aquí para hacer turismo, comer pastel de carne, subirme en el London Eye, ir a escocia y beber güisqui, jugar al criquet, vomitar cada vez que les veo comer con leche en vez de con agua o vino, ... lo que pasa es que en vez de pagar por ello, es la empresa la que me paga a mi.
Atentamente, póngame a los pies de la reina y le diré si le huelen.
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