16 mar 2007

¿Algún psicoloco en la sala?

Esta noche escucho el disco Antics, de Interpol, y me parece extraordinario. Parece que no he oído nada mejor en mi vida. Incluso la foto que aparece en su web me parece magnífica. Igual de magnífica que me parece la portada actual de Polar Inertia (curiosamente ambas fotos son muy parecidas). Es casi medianoche y soy conciente de que empiezo a entrar en ese estado mental que suele sobrevenir por las noches, en el cual estás completamente despierto pero dejas de tener los pies en el suelo: en tu cabeza empiezan a mezclarse las ideas, las cosas se ven desde un prisma diferente, si cabe, más optimista, las utopías dejan de serlo, te entran, de repente, ganas de hacer miles de cosas, se te ocurren otras mil, visualizas claramente cuestiones que esta mañana eran oscuras y la creatividad aparece por cualquier rincón.

En ese estado metal hay dos situaciones que hay que evitar a toda costa. La primera, por todos conocida, es que hay que posponer la toma de decisiones hasta la mañana siguiente. Lo que ahora me parece magnífico o interesante, mañana por la mañana será una fotografía normal y corriente sin demasiado interés. La segunda situación, más trivial, es que hay que evitar tener un ordenador conectado a internet a tu alcance. Eso es como soltar a un pedófilo en un colegio, o como darle una pistola y balas a un suicida.

En noches como esta suelo escribir posts que borro a la mañana siguiente o retocar fotos que nunca ven la luz.


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