Sabía que este día llegaría tarde o temprano. Hoy he comprado mi primera canción en la iTunes Store: All about Eve - Flowers in our head. Siempre hay una primera vez para todo, dicen.
[Modo abuelo ON] Recuerdo la primera vez que descargué una canción en mp3 desde internet. Cad me había estado enseñando en su flamante Pentium una visualización que traía el Winamp. Aquellas barras de colores moviéndose al ritmo de la música molaban un montón y yo quería tenerlo en mi ordenador. Desafortunadamente, la visualización no funcionaba con los CD. Necesitabas una canción en mp3. Un formato de archivo de audio que se había popularizado con la llegada de internet debido a la buena relación calidad de sonido/tamaño de archivo. Así que me propuse descargar una. Quizás hacía un año o menos que para nosotros existía internet. Por supuesto, no había llegado a los hogares de forma general (si acaso con llamada telefónica vía modem). La manera de acceder se limitaba a las universidades y ciber-cafés.
Cerca de la facultad de Ciencias de Granada había un ciber de esos, se llamaba Central Perk, imitando el nombre del bar donde se juntan los de la serie Friends. Me gustaba el ambiente. Nada que ver con los ciber-locutorios que se ven ahora, regentados por inmigrantes, con cuatro sillas y mesas de terraza mal puestas en un bajo iluminado con fluorescentes. No, aquello era un bar, un café, con su barra, su música, su luz suave y cálida, mesas de cristal, sillones y, por supuesto, ordenadores. Mucha gente iba a navegar, a usar el messenger, cada vez más popular o a jugar en red al Age of Empires o al Counter Strike.
Ni que decir tiene que por aquel entonces no había dispositivos de memoria flash o EEPROM, lo que hoy en día llamamos memoria USB o pen drive. Yo pretendía descargarme un mp3, que en el mejor de los casos ocuparía 1MB por minuto más o menos. Y sólo disponía de discos de 3"1/2. La canción en sí daba un poco igual, cualquiera que me gustase valdría. Recuerdo que busqué algo como "free mp3" en Altavista. No, Google no se conocía (aunque la compañía ya estaba fundada). No fue difícil encontrar una web donde con unos pocos clics se pudiese descargar una canción, gratis por la cara. Metallica - One, ocupaba unos 9MB. Usando el Winzip, partí el archivo en trozos de 1.4MB, cada uno en un disquete. Ahora recuerdo la estampa con nostalgia: volviendo a mi casa con una caja de disquetes de 3 y 1/2 bajo el brazo con 1 canción 1 en mp3.[Modo abuelo OFF]
En realidad la canción descargada de la iTunes Store no está en mp3 sino en m4a, audio codificado en AAC metido en un MPG. Pero vamos, viene a ser lo mismo.
4 comentarios:
Parece que fue ayer cuando nos juntamos en tu casa para hablar "por internet" con el erasmus, jeje (la verdad es que es preocupante empezar a contar estas historias...). Yo sigo jugando a los juegos de SNES (El Cerebro de la Bestia!!!) y a los Monkey Islands en los emuladors de PSP. Así que supongo que, aunque el mundo se mueve a una velocidad endiablada, nosotros no hemos cambiado mucho.
¿Y qué me decís de cuando íbamos al edificio Mecenas a ver el correo electrónico? El Eudora estaba configurado para guardar los mensajes en el disquete (que por supuesto siempre acababa fallando) y tardaba un huevo en cargar. Todavía no nos daba rabia que nos reenviasen correos chorras e incluso lo hacíamos nosotros.
CAD, te hace una partida de PANG???
JAJA, la verdad que si es preocupante que hableis de esas historias....TT....la vejez empieza su aparicion
que será lo próximo? comprarse una máquina arcade con el tetris? pero que no vaya con euros sino con monedas de cinco duros. snif
Publicar un comentario