Noches sin dormir. Todo lleno de gente. Música por todos sitios: suena la canción del varano. Risas, bromas y la basura llena de latas de Red Bull. Toda la noche hablando. Otro gitano que intenta pegártela. Por ahí va el colgao del otro día. Esta noche cerraremos tarde. Se está acabando el chocolate. Ese no, el de comer. Ya amanece, sale el Sol, pero la gente no se cansa. Yo sí. Al cerrar nos bañaremos en la playa con la gaviotas y luego nos quedaremos hasta tarde hablando en la caravana, contando las anécdotas de la noche pasada y soñando con lo que haríamos si no estuvieramos aquí.
En esta noche tan aburrida, que comparto con un canadiense que me invita a café y me cuenta cosas de su país, sin apenas trabajo, las horas se pasan muy lentas. He salido afuera para respirar aire fresco y el viento me ha traido olor a gofres recién hechos. Mmmm.
El canto del loco - Canalla
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