Y no una tierra cualquiera. Se trata de la isla que muchos daban por perdida, un paraíso como no existe otro en el océano. Un lugar en el cual habitan las más fascinantes criaturas, donde se puede saborear los alimentos más exquisitos y destilar el grog más puro. Buscada por los más expertos marinos; no figura su localización en ninguna carta de navegación. Extraña isla donde tuve la ocasión de contemplar, hace ya mucho tiempo, sus magníficos tesoros. Tesoros de incalculable valor sí, pero no hablo de riquezas mundanas, no hablo de oro, plata, y diamantes. Hablo de tesoros de los que sólo puede admirarse su brillo si se contemplan con ojos mágicos. Con ojos hechizados por la magia que en la misma isla habita.
Aunque aún nos quedan días de travesía hasta llegar a ella, (la seguimos muy de cerca para no perder el rumbo) ya estoy deseando poder contemplar esos curiosos seres de vivísimos colores que deambulan por ella; cómo se esconden entre la vegetación y cómo saltan y corretean por el agua. Pero de eso ya les hablaré otro día.
A pesar de todas las maravillas que se cuentan y que les puedo contar acerca de la isla, no debemos confiarnos pues no sabremos, cuando lleguemos a ella, que peligros nos estarán acechando ni cuán hostiles serán sus extraños habitantes. Andémonos con mucho cuidado si no queremos llevarnos sorpresas inesperadas.
Aprovecho también la ocasión para dar las gracias a todos aquellos (tripulantes y pasajeros) que han creído en mi y me han apoyado en esta búsqueda. Ha habido momentos muy duros, pero espero, tengan su merecida recompensa.
¡Hoy es un gran día! ¡Celebraremos la noticia con una gran fiesta en cubierta! Están todos invitados. ¡Qué corra el grog por las venas de estos bravos piratas!
Mago de Öz - Fiesta pagana
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