Cada día recibo unos siete u ocho mensajes de spam. Algunos de ellos los filtra mi servidor de correo y otros pocos mi cliente. Ambos, de forma bastante eficaz. Pero no pueden evitar que, a veces, se cuele alguno hasta mi buzón de entrada. Mi preferido no es el de cómo conseguir Viagra destrangis sino el del pariente millonario fallecido con una gran fortuna en el banco.
Dentro de este tipo está de moda el de un tipejo que se pone en contacto contigo para avisarte de que un pariente tuyo (muy lejano) ha fallecido con una gran fortuna en el banco, no sé aún por qué, en Nigeria ¿¿?? Y que para poder cobrar la pasta necesitamos colaborar los dos, debido a no sé tampoco qué mecanismos misteriosos. Para que nos repartamos el dinero a medias.
La última vesión que he recibido, viene personalizada con lo que han creído, supongo, que es mi apellido:
Dear Antonio,
I am Barrister felix ibru, a Solicitor and Advocate, the personal attorney
to late Mr. Neil Antonio who used to be a private contractor with the Shell
Petroleum Development Company in Nigeria y bla, bla, ...
En muchos países latinos se tiene la costumbre de tener dos nombres y ellos han elegido el segundo para dirigirse a mi. ¿Por qué? Pues porque a Antonio le mueve la codicia y el ansia de dinero como a todo buen macarra. Y se le pone el símbolo del dólar en los ojos cuando lee e-mails como ése. En cambio, José es una persona serena y racional a la que no le llaman la atención esas cosas y lo más que ha hecho ha sido mover el e-mail a la papelera y notificarle al Thunderbird que eso era spam.
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