2 feb 2011

Ontake 1 - Kil 0

Ontake-san (3067m) es el volcán más alto de Japón después, por supuesto, del Monte Fuji. Dicen que aún está activo y se puede ver como salen los gases de la tierra en las zonas más altas, alrededor del cráter. La subida hasta la cima en verano no tiene dificultad y es bonita. Se tardan unas dos o tres horas. A pesar de la poca información disponible en la red acerca de las montañas japonesas, he encontrado descripciones e información aquí. Cuando suba en verano quizás podré dar más detalles.

La subida en invierno, que es la que intenté el otro día, ya es otro cantar. Y ahí es donde he tenido que búscarme un poco la vida porque la información es prácticamente inexistente. Para empezar, en invierno no se puede llegar en coche hasta Ta-no-hara (田ノ原), a 2240m, que es dónde empieza la ruta. En coche tan sólo se puede llegar hasta la estación de esquí Ontake 2240 (おんたけ2240), a 1680m. Incluso para llegar hasta allí recomiendo llevar un 4x4 y cadenas ya que la carretera puede estar cubierta de nieve y hielo. La estación de esquí es pequeña, apenas tres o cuatro remontes. Abren a la ocho de la mañana pero ya a las siete y pico el parking está bastante lleno, sobretodo de chavales con sus tablas de snow. Sólo hay un telecabina, no es difícil de encontrar. Los japos lo llaman "góndola" pero escrito en katakana ゴンドラ. Éste lleva, en unos 5min, hasta el comienzo de la ruta en Ta-no-hara a 2240m. Un viaje de ida y vuelta cuesta 2000YEN.

Cuando se sale del telecabina, nada más bajar las escaleras que dan al exterior estaremos en una pequeña explanada que da a la pista de esquí. El Ontake está en dirección NW. No hay que bajar por la pista, hay que girarse hacia la izquierda y adentrarse en el bosque. En invierno hay mucha nieve y a no ser que alguien acabe de pasar hace poco, no habrá marcas de ningún tipo. Nada más adentrarse en el bosque, a unos pocos metros, hay que girar enseguida hacia la derecha, colina abajo hasta que se cruza uno con la pista (en verano es la carretera que sube hasta aquí). Explico todo esto porque aunque en un día claro la cosa parezca obvia, si el día está nublado o hay niebla, es difícil orientarse. El inicio de la ruta suele ser siempre lo más difícil de encontrar. Yo, me dejé el mapa en el coche y como la visibilidad era de unos 50m nada más, me puse a seguir a un grupo que también iba a subir. Luego resultó que estaban todavía más perdidos que yo y fui yo, el guiri, el que acabó encontrando el camino. Pero perdí una hora entera dando vueltas por el bosque enterrado a veces hasta la cintura, no exagero. Las raquetas. ¿Dónde has dejado las raquetas? Pues ya las estás buscando.

Al otro lado de la pista hay unos edificios que no sé lo que son porque apenas sobresale el tejado. Entre ellos hay un gran torii que marca el comienzo de la ruta. Junto a él hay una especie de buzón donde la gente deja anotado su nombre y la ruta que va a hacer. Por si acaso. Importante: si tiene que venir el helicóptero lo vas a pagar de tu bolsillo. Y es muy, muy caro. El camino es de poca inclinación al principio y se puede progresar sin crampones. Creo que es mejor ir con raquetas o incluso con esquís. Por todo el camino hay pequeñas capillas sintoistas así que no es difícil seguir el camino. En esta zona hay cobertura móvil. Se deja una caseta o espacio techado bastante grande a la derecha y luego el camino va ganando inclinación. Mientras se camina entre los árboles el viento no es mucho problema pero luego se acaba y la montaña se vuelve más pelada. Más arriba ya no hay nada, estamos en un volcán.

Los volcanes son montañas con una forma bastante cónica y regular. Conviene tener en cuenta que no hay vegetación ni recovecos en los que protegerse del viento, que sopla siempre muy fuerte. Debido a la falta de vegetación la nieve no se retiene y las avalanchas son frecuentes por lo que no hay que salirse nunca de la ruta (normalmente transcurre siempre por una arista).

El camino enfila una arista rocosa que está salpicada de abetos; aunque yo fui caminando por encima de ellos ya que estaban completamente tumbados a causa de la nieve. Las ramas hacían de sujeción para que no me hundiese. Cuando alcancé las casetas que albergan las estatuas de deidades sintoistas, creo que a unos 2600m, la ventisca ya era demasiado fuerte. Y decidí darme la vuelta. Siempre es duro tener que darse la vuelta. Uno se encuentra fuerte, con ganas, si vas bien equipado no pasas frío... Y sabes que la cima está ahí. No se ve pero debe estar ahí. Un par de horas más y la puedo alcanzar. Pero está nevando mucho. Es increíble lo rápido que desaparecen las marcas por donde acabas de pasar hace unos minutos. Pisadas de dos y tres palmos de hondo desaparecen completamente. Y sin mapa ni lugar donde cobijarse si el viento aprieta esto no tiene sentido. Además, qué gracia tiene esto si no voy a ver la montaña. Cuando llegue a la cima ni siquiera sabré si es realmente la cima. Como me pasó la primera vez que subí al Mulhacén. Le tuve que preguntar a uno que había allí.


Grabé este video antes de emprender el camino de regreso.

Para subir al Ontake hace falta el habitual equipo alta montaña. Piolet de travesía, botas de alta montaña, ropa de abrigo para temperaturas de -15º por lo menos, crampones/raquetas según las condiciones de la nieve o incluso esquís con piel de foca. No hace falta arnés ni ningún tipo de aseguramiento. Pero lo más importante es una buena cabeza, no hacer tonterías y consular el tiempo. En Japón puede ser difícil poder encontrar un pronóstico para las montañas que se pueda leer. Tampoco abundan pues el montañismo no es muy popular. Yo consulto el tiempo aquí y aquí.

Esta es la única reseña que he podido encontrar en internet de alguien que haya subido en invierno: In the pines/寒山の御嶽山 Cold mountain, Ontake-san.

2 comentarios:

Cad dijo...

Pa'berte matao Kiiiiil!!!!

kil dijo...

Este si que es para haberse matao.