Viaje de negocios

Hoy estoy en Inglaterra, cerca de Nottingham. A mi jefe se le ocurrió el otro día que sería bueno que conociese la fábrica donde voy a trabajar los próximos dos años, así que planificó un viaje para hoy y mañana. En principio era una buena idea, conocer a la gente con la que voy a trabajar, familiarizarme con la planta, empezar a recoger información,... Pero la cosa se ha torcido esta mañana cuando mi jefe no ha llegado a tiempo de coger el avión y nos hemos tenido que plantar Sampath y yo en la fábrica solos, a base de buscarnos la vida. Las libras, las millas, los putos enchufes,... bienvenido al UK, majo. Incluso el tiempo es peor que en Bruselas.

Aún no ha terminado mi visita pero ya puedo decir que lo mejor de todo ha sido la cena de hoy con Sampath, por que, seamos francos, ¿a quién coño le importa el trabajo en los viajes de trabajo? Sampath es de la India, aunque ha vivido en Escocia, y hoy me ha enseñado lo que es la comida India, la salsa de menta, qué coño son esos turbantes que llevan los de su país, por qué les da por bañarse en el Ganges de vez en cuando, por qué el taxista nos dijo que era de "Cachemira Independiente", qué se le pasa por la cabeza cuando un puto niñato escocés borracho le grita por la calle que es escoria y muchas cosas más.

Es por experiencias como esta última por las que estoy aquí y no por el prestigioso trabajo, ni mi carrera profesional. Que no se le olvide a nadie, ni siquiera a mí.