Día 8 - Viernes 05/09/2008
Skye - Aran
El día se ha levantado soleado en la isla de Skye. Abro la cremallera de la tienda y las cumbres de las montañas se ven claramente al fondo. Lo primero que hago es rociarme con el repelente de mosquitos, indispensable si se viaja a Escocia en verano. Hoy queremos conducir hasta la isla de Arran. Pero antes, haremos lo que nos quedo pendiente ayer que es visitar la destilería de whisky.
Son las nueve, en media hora tenemos todo recogido. Ya somos unos artistas en montar y desmontar el chiringuito. Como no llueve, aprovechamos para secar la tienda un poco y que no vaya mojada mientras está plegada. Salimos en dirección a la destilería Talisker, a donde se llega tomando la carretera que sale en dirección Oeste desde Sligachan.
La entrada nos es cara (unas 5 libras) y ofrece una degustación y una visita guiada en la que muestran las instalaciones y el proceso de "fabricación" del whisky. El cual, por lo que entendí, se puede resumir en lo siguiente: 1. Se recoge la cebada. 2. Esta cebada, debido al clima húmedo y lluvioso, está mojada y comienza a germinar 3. La cebada se seca en hornos de turba que detienen la germinación y la secan dándole ese toque ahumado del whisky escoces. 4. Una vez seca, se muele y mezcla con agua a diferentes temperaturas dando lugar a una especie de mosto. 5. Este mosto se vierte en grandes cubas en las cuales se le añade la levadura provocando la fermentación.
Barricas con whisky en la destilería Talisker6. Una vez fermentada, la mezcla se destila en alambiques de cobre dos y hasta tres veces, rechazándose el principio (muy alto contenido en alcohol) y el final (muy bajo contenido en alcohol) de la destilación. 7. Es entonces cuando el líquido se pasa a barricas de roble que previamente hayan contenido whisky (si la barrica es nueva, se le llama Bourbon) y se dejará envejecer durante un mínimo de tres años. Después de la visita, como no, te pasan por la tienda a ver si cae algo. Buen momento para hacer un regalo. Al homenajeado le ha tocado esto.
Son casi las doce cuando salimos de la destilería. En Broadford, justo antes de abandonar la isla, paramos a comer una hamburguesa de ternera escocesa con patatas. Hace tan buen tiempo que nos sentamos fuera. Al poco de ponernos en marcha de nuevo, nos paramos a echar unas fotos del Castillo de Eilean Donan (curiosamente, estuvo una vez ocupado por tropas españolas). Creo que no hay muchas ganas de ponerse al volante y conducir hasta Arran. Hay que volver hasta la A82 y cogerla hacia el Sur hasta Fort William de nuevo. Y después, seguir hacia el Sur hasta la península de Kintyre y una vez en ella llegar hasta Claoning, desde donde sale el ferry que cruza a la isla de Arran. Unas seis horas en total que se me hacen bastante largas. Especialmente cuando tenemos que pararnos durante casi una hora por un accidente.
Portree (Skye) - Brodick (Arran)Llegamos a Tarbert, a la entrada de la península y son ya las seis y media. Rakel lee en la guía que en los tiempos en que las hordas vikingas intentaban conquistar esta zona, los habitantes acordaron con ellos que sólo tomarían las zonas de tierra que pudiesen circunnavegar con sus barcos pensando en que así, los vikingos se quedarían tan sólo con las islas y dejarían en paz el resto. Cuentan que los vikingos haciendo honor a su fama de bárbaros navegaron alrededor de la península de Kintyre y al llegar al istmo, subieron los barcos a tierra y los arrastraron (el capitán permanecía a bordo) hasta el otro extremo para poder rodear la península completamente.
El tiempo ha cambiado completamente, hace mucho viento y llueve. El último tramo de carretera hasta Claonaig es de un solo carril, llena de baches y charcos pero la zona parece desierta y no nos cruzamos con nadie. Ahora sí que parece que estamos en el fin de mundo. Parece un sitio olvidado. Es muy tarde y pienso en que aún nos va a llevar media hora más cruzar hasta la isla y luego tendremos que conducir de nuevo hasta Brodick, la capital, para encontrar el camping. En una curva de la carretera al borde del mar, aparece una marquesina y una caseta. Parece que es el embarcadero. A lo lejos, mirando hacia el mar, se ve la isla de Arran entre la niebla. Eso sí, ni rastro del ferry, ni de nadie esperándolo. Fuera hace frío, viento y llueve. Nos quedamos dentro del coche a ver si viene alguien. La verdad es que no tenemos muy claro que éste sea el sitio. Además es muy tarde ya. Al poco llega un coche, un hombre se baja y entra en la caseta. "¡Eso es! Es el hombre que vende los tickets que llega ahora y va a abrir la taquilla". Me bajo del coche y me acerco a la puerta de la caseta que el hombre ha dejado abierta al entrar. Y resulta que lo que debía ser la taquilla no es tal ya que dentro sólo veo un water. El hombre lleva un mono azul y empuña una fregona. "¡Oiga! ¿El ferry para Arran?". Él me mira con cara de "a mí qué me cuentas yo sólo soy el que limpia los baños" y me dice señalando: "Los horarios están ahí en ese tablón. El último es a las siete". Miro el reloj. Son las siete y diez. Queda inaugurada la noche surrealista.
Habrá que pasar la noche por aquí. Barajamos dos opciones: plantar la tienda en cualquier sitio o ir al pueblo más cercano y quedarnos en un B&B. De todas formas, tendremos que ir a algún sitio a cenar porque no hemos comido nada desde hace rato y no nos queda más que un kit-kat y unas rodajas de chorizo. Decidimos volver en dirección a Tarbert, a unas 10mi al norte de donde estamos. Por el camino me voy fijando en algun sitio para poner la tienda pero todo son granjas y zonas de bosque. Es difícil encontrar un claro que no sea el arcén de la carretera. El clima tampoco está como para dormir a la intemperie. En Tarbert preguntamos en un B&B tras otro. Todos llenos, o al menos eso dicen, ya que no creo que quieran coger a nadie a estas horas. Joder, todo el día dando vueltas con el coche y no tenemos ni donde pasar la noche. La verdad es que empezamos a cansarnos. Hay un par de hoteles. Entro en el más cutre a preguntar. Un tío mustio atiende en la barra del bar. -"Buenas noches, ¿tienen alguna habitación para está noche?"- Contesta sin mirarme siquiera: -"Espera ahí, ahora te atiendo".- Me aparto a un lado a esperar. Pasan los minutos. El tío pone cervezas, apunta cosas... Cuando termina se pone a lavar vasos. Me largo. Preguntamos en el otro hotel. 87 libracas. Yo casi estoy por pagarlas. Dudo. Rakel me dice "ni se te ocurra" con la mirada. A la calle. Volvemos al hotel cutre, el "Tarbert Hotel". Esta vez pregunta Rakel y...¡oh, sorpresa! le atienden enseguida. El tipo me sonríe cuando me ve entrar: -"¡Vaya! Tú por aquí otra vez". Cabrón. 50 libricas con desayuno incluido. No se hable más, nos quedamos.
El sitio es cutre de cojones, el suelo de madera cruje bajo la moqueta de un palmo. Las habitaciones se esparcen por una suerte de pasillos con recovecos, escaleras y esquinas sin orden ninguno. No parace que haya ningún huésped más aparte de nosotros. La luz es muy tenue, pero en las paredes me paro a mirar los cuadros de los clanes escoceses. Me recuerda a un hotel en Volendam, Holanda, en el que estuve hace muchos años. La habitación, al fondo de un pasillo que cada vez se estrecha más, es acorde con el sitio pero parece limpia. Dejamos nuestras cosas dispuestos a bajar a cenar. Cerramos la puerta de la habitación. -"¿Tienes tú las llaves? Yo no. Pues yo tampoco"... A ver quien es el listo que baja ahora y le dice a nuestro amigo que nos hemos dejado las llaves dentro. Ve tú que a mí me da la risa.
Durante la cena hemos estado reflexionando acerca de todo lo que ha pasado hoy y una vez en la habitación, valorado las diferentes opciones para mañana. Cruzar en ferry hasta Lochranza en el extremo Norte de la isla para pasar el día y luego cruzar de nuevo a "tierra firme" desde Brodick, al Este, nos costará unas 85 libras. Estamos bastante cansados después de toda la semana y hoy ha sido demasiado. No nos lleva mucho decidirnos. Mañana por la mañana, nos daremos media vuelta y volveremos a casa por donde habíamos venido.
Perdimos el ferry a Arran
Skye - Aran
El día se ha levantado soleado en la isla de Skye. Abro la cremallera de la tienda y las cumbres de las montañas se ven claramente al fondo. Lo primero que hago es rociarme con el repelente de mosquitos, indispensable si se viaja a Escocia en verano. Hoy queremos conducir hasta la isla de Arran. Pero antes, haremos lo que nos quedo pendiente ayer que es visitar la destilería de whisky.
Son las nueve, en media hora tenemos todo recogido. Ya somos unos artistas en montar y desmontar el chiringuito. Como no llueve, aprovechamos para secar la tienda un poco y que no vaya mojada mientras está plegada. Salimos en dirección a la destilería Talisker, a donde se llega tomando la carretera que sale en dirección Oeste desde Sligachan.
La entrada nos es cara (unas 5 libras) y ofrece una degustación y una visita guiada en la que muestran las instalaciones y el proceso de "fabricación" del whisky. El cual, por lo que entendí, se puede resumir en lo siguiente: 1. Se recoge la cebada. 2. Esta cebada, debido al clima húmedo y lluvioso, está mojada y comienza a germinar 3. La cebada se seca en hornos de turba que detienen la germinación y la secan dándole ese toque ahumado del whisky escoces. 4. Una vez seca, se muele y mezcla con agua a diferentes temperaturas dando lugar a una especie de mosto. 5. Este mosto se vierte en grandes cubas en las cuales se le añade la levadura provocando la fermentación.
Barricas con whisky en la destilería Talisker6. Una vez fermentada, la mezcla se destila en alambiques de cobre dos y hasta tres veces, rechazándose el principio (muy alto contenido en alcohol) y el final (muy bajo contenido en alcohol) de la destilación. 7. Es entonces cuando el líquido se pasa a barricas de roble que previamente hayan contenido whisky (si la barrica es nueva, se le llama Bourbon) y se dejará envejecer durante un mínimo de tres años. Después de la visita, como no, te pasan por la tienda a ver si cae algo. Buen momento para hacer un regalo. Al homenajeado le ha tocado esto.
Son casi las doce cuando salimos de la destilería. En Broadford, justo antes de abandonar la isla, paramos a comer una hamburguesa de ternera escocesa con patatas. Hace tan buen tiempo que nos sentamos fuera. Al poco de ponernos en marcha de nuevo, nos paramos a echar unas fotos del Castillo de Eilean Donan (curiosamente, estuvo una vez ocupado por tropas españolas). Creo que no hay muchas ganas de ponerse al volante y conducir hasta Arran. Hay que volver hasta la A82 y cogerla hacia el Sur hasta Fort William de nuevo. Y después, seguir hacia el Sur hasta la península de Kintyre y una vez en ella llegar hasta Claoning, desde donde sale el ferry que cruza a la isla de Arran. Unas seis horas en total que se me hacen bastante largas. Especialmente cuando tenemos que pararnos durante casi una hora por un accidente.
Portree (Skye) - Brodick (Arran)Llegamos a Tarbert, a la entrada de la península y son ya las seis y media. Rakel lee en la guía que en los tiempos en que las hordas vikingas intentaban conquistar esta zona, los habitantes acordaron con ellos que sólo tomarían las zonas de tierra que pudiesen circunnavegar con sus barcos pensando en que así, los vikingos se quedarían tan sólo con las islas y dejarían en paz el resto. Cuentan que los vikingos haciendo honor a su fama de bárbaros navegaron alrededor de la península de Kintyre y al llegar al istmo, subieron los barcos a tierra y los arrastraron (el capitán permanecía a bordo) hasta el otro extremo para poder rodear la península completamente.
El tiempo ha cambiado completamente, hace mucho viento y llueve. El último tramo de carretera hasta Claonaig es de un solo carril, llena de baches y charcos pero la zona parece desierta y no nos cruzamos con nadie. Ahora sí que parece que estamos en el fin de mundo. Parece un sitio olvidado. Es muy tarde y pienso en que aún nos va a llevar media hora más cruzar hasta la isla y luego tendremos que conducir de nuevo hasta Brodick, la capital, para encontrar el camping. En una curva de la carretera al borde del mar, aparece una marquesina y una caseta. Parece que es el embarcadero. A lo lejos, mirando hacia el mar, se ve la isla de Arran entre la niebla. Eso sí, ni rastro del ferry, ni de nadie esperándolo. Fuera hace frío, viento y llueve. Nos quedamos dentro del coche a ver si viene alguien. La verdad es que no tenemos muy claro que éste sea el sitio. Además es muy tarde ya. Al poco llega un coche, un hombre se baja y entra en la caseta. "¡Eso es! Es el hombre que vende los tickets que llega ahora y va a abrir la taquilla". Me bajo del coche y me acerco a la puerta de la caseta que el hombre ha dejado abierta al entrar. Y resulta que lo que debía ser la taquilla no es tal ya que dentro sólo veo un water. El hombre lleva un mono azul y empuña una fregona. "¡Oiga! ¿El ferry para Arran?". Él me mira con cara de "a mí qué me cuentas yo sólo soy el que limpia los baños" y me dice señalando: "Los horarios están ahí en ese tablón. El último es a las siete". Miro el reloj. Son las siete y diez. Queda inaugurada la noche surrealista.
Habrá que pasar la noche por aquí. Barajamos dos opciones: plantar la tienda en cualquier sitio o ir al pueblo más cercano y quedarnos en un B&B. De todas formas, tendremos que ir a algún sitio a cenar porque no hemos comido nada desde hace rato y no nos queda más que un kit-kat y unas rodajas de chorizo. Decidimos volver en dirección a Tarbert, a unas 10mi al norte de donde estamos. Por el camino me voy fijando en algun sitio para poner la tienda pero todo son granjas y zonas de bosque. Es difícil encontrar un claro que no sea el arcén de la carretera. El clima tampoco está como para dormir a la intemperie. En Tarbert preguntamos en un B&B tras otro. Todos llenos, o al menos eso dicen, ya que no creo que quieran coger a nadie a estas horas. Joder, todo el día dando vueltas con el coche y no tenemos ni donde pasar la noche. La verdad es que empezamos a cansarnos. Hay un par de hoteles. Entro en el más cutre a preguntar. Un tío mustio atiende en la barra del bar. -"Buenas noches, ¿tienen alguna habitación para está noche?"- Contesta sin mirarme siquiera: -"Espera ahí, ahora te atiendo".- Me aparto a un lado a esperar. Pasan los minutos. El tío pone cervezas, apunta cosas... Cuando termina se pone a lavar vasos. Me largo. Preguntamos en el otro hotel. 87 libracas. Yo casi estoy por pagarlas. Dudo. Rakel me dice "ni se te ocurra" con la mirada. A la calle. Volvemos al hotel cutre, el "Tarbert Hotel". Esta vez pregunta Rakel y...¡oh, sorpresa! le atienden enseguida. El tipo me sonríe cuando me ve entrar: -"¡Vaya! Tú por aquí otra vez". Cabrón. 50 libricas con desayuno incluido. No se hable más, nos quedamos.
El sitio es cutre de cojones, el suelo de madera cruje bajo la moqueta de un palmo. Las habitaciones se esparcen por una suerte de pasillos con recovecos, escaleras y esquinas sin orden ninguno. No parace que haya ningún huésped más aparte de nosotros. La luz es muy tenue, pero en las paredes me paro a mirar los cuadros de los clanes escoceses. Me recuerda a un hotel en Volendam, Holanda, en el que estuve hace muchos años. La habitación, al fondo de un pasillo que cada vez se estrecha más, es acorde con el sitio pero parece limpia. Dejamos nuestras cosas dispuestos a bajar a cenar. Cerramos la puerta de la habitación. -"¿Tienes tú las llaves? Yo no. Pues yo tampoco"... A ver quien es el listo que baja ahora y le dice a nuestro amigo que nos hemos dejado las llaves dentro. Ve tú que a mí me da la risa.
Durante la cena hemos estado reflexionando acerca de todo lo que ha pasado hoy y una vez en la habitación, valorado las diferentes opciones para mañana. Cruzar en ferry hasta Lochranza en el extremo Norte de la isla para pasar el día y luego cruzar de nuevo a "tierra firme" desde Brodick, al Este, nos costará unas 85 libras. Estamos bastante cansados después de toda la semana y hoy ha sido demasiado. No nos lleva mucho decidirnos. Mañana por la mañana, nos daremos media vuelta y volveremos a casa por donde habíamos venido.
Perdimos el ferry a Arran
2 comentarios:
Una de las mejores historias que he leído últimamente, me gusta sobre todo la parte del homenajeado (jeje). Lo único que le falta es un buen final, o ¿es que la historia acaba así?:
"... y dejo la visita a la isla de Arran, para cuando él y el homenajeado se acabasen la botella de Talisker, disfrutasen de una cerveza Ale en una taberna de Brodick."
pues eso
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