9 mar 2005

No soporto verla sufrir


Hay ahora, otro anuncio, que dice algo así como que cuando te duele la cabeza ya sabes a quien acudir, si te duele la tripa, también. Pero...¿y si lo que te duele es el alma?
A mí, cuando me duele el alma la saco de paseo, la llevo a hacer deporte, le enseño todas las cosas buenas y malas que hay por ahí, la consuelo y la mimo para que no llore y procuro que comprenda que ella es mi tesoro y que no soporto verla sufrir. Ella siempre me contesta lo mismo: que no es justo que la haya tenido tanto tiempo encerrada, que no está acostumbrada a tanto cambio y que lo que intento hacer es recuperar el tiempo perdido con ella.

Si todo fuera siempre tan fácil como escribirlo o pintarlo... Más vale tarde que nunca.

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