27 feb 2006

Detox


Llevo varias semanas tan atrapado en la vida real que esto empezaba a ser preocupante. No, no hay por qué asustarse, no me he enganchado a la realidad. Dicen que una conducta puede empezar a considerarse obsesiva cuando no te deja tiempo para hacer otras cosas más importantes y vitales. Salir a la calle, ir al trabajo, dormir, comer, ir al teatro... son actividades peligrosas que si no se toman con mesura pueden convertirse en obsesiones. Si para llevarlas a cabo dejas de leer el correo, repasar blogs, escribir posts, buscar vuelos baratos, hablar por el messenger entonces debes empezar a preocuparte.

Como en todas las adicciones hay unos efectos secundarios o, simplemente, adversos, que te hacen tomar consciencia de dónde te estás metiendo y de lo peligroso que puede ser. La vida real no está exenta de ellos y en mi caso tengo que decir que son las personas las que me asquean, me hacen ver el lado malo de la realidad y me hacen darme cuenta de que no quiero vivir en el mismo sitio que ellas.

Después de tanta realidad, no me quedan ganas de hablar con nadie. Necesito limpiarme de tanta mierda, tanta hipocresía, sonrisa barata, intolerancia, desprecio y lamentable ignorancia.


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