15 feb 2006

Volví a por las respuestas


Dije que tenía que volver y volví. Y supe la respuesta a todas las preguntas que me hice entonces.

Me muero de ganas de llegar hasta donde he llegado hoy pero con la nieve cubriéndolo todo. No paro de preguntarme como estará el camino en esas condiciones. Si habrá placas de hielo, ventisca o niebla, o si la nieve estará dura o me hundiré hasta las rodillas.

Y pensar que casi me quedo en la cama durmiendo... Ahora seguiría con las preguntas y no tendría respuestas. Pero conseguí levantarme a pesar del sueño. ¿Cuántas preguntas obtienen su respuesta al cabo del tiempo? ¿Y cuántas respuestas se pierden para siempre por no estar en el momento y en el sitio adecuado? Demasiadas.


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