Coger un avión no es de las cosas que más me guste hacer un 11 de Septiembre. Pero hay determinados sacrificios que sí estoy dispuesto a hacer en el trabajo. Uno de ellos era ir al Frankfurt Motorshow durante dos días. No me gustan los coches (a nadie le gusta su trabajo) pero sí que me hacía ilusión el ir a Alemania, comer salchichas (de Frankfurt), coger un tren en dirección a Darmstadt, beber cerveza y buscarme la vida sin tener ni puta idea de alemán.
Un taxi, dos trenes, tres controles de seguridad y sus correspondientes cacheos en el aeropuerto, un autobús, un avión, otro autobús y finalmente una hora de coche en un atasco. Pero mereció la pena, probé la cerveza y las salchichas. ¿Los coches? ¿Qué coches?
PD: Mi jefe recibió la orden de mandar a alguien a Frankfurt y me lo endosó a mi pensando que era un marrón. JUAS. La próxima vez no tendré tanta suerte.
Un taxi, dos trenes, tres controles de seguridad y sus correspondientes cacheos en el aeropuerto, un autobús, un avión, otro autobús y finalmente una hora de coche en un atasco. Pero mereció la pena, probé la cerveza y las salchichas. ¿Los coches? ¿Qué coches?
PD: Mi jefe recibió la orden de mandar a alguien a Frankfurt y me lo endosó a mi pensando que era un marrón. JUAS. La próxima vez no tendré tanta suerte.
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