Llevo tres días viviendo de día en inet y viviendo de noche en mi castillo de arena. Lo que me ofrece el día en el mundo real no me atrae nada últimamente así que me paso las horas aquí metido. Lo que me ofrece la noche en el mundo real es el castillo de arena que monté hace poco y en el que me encuentro refugiado y protegido de dragones y bestias.
De esto se infiere lo siguiente: Tanto por el día como por la noche intento vivir apartado de lo que, no rigurosamente, se define como realidad. Será que no me gusta. Pero claro, si uno se ha criado entre esto y esto, por poner dos ejemplos pues no se de qué me quejo.
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