Siguiendo con la tónica del post anterior, hoy me he tenido que ir del trabajo porque tenía 38.5 de fiebre y 23.58 de dolor de cabeza. Las desgracias no vienen solas y todo se junta. Curiosamente estoy hoy mejor de ánimos que ayer. No hay quien me entienda. Será porque mañana no pienso ir a trabajar. Siempre tengo la sensación que determinados actos de rebeldía, como por ejemplo no ir a trabajar me hacen sentir muy bien. En realidad no ir a trabajar porque uno está enfermo no es ningún acto de rebeldía pero no se por qué, yo me lo he tomado así.
Esto de trabajar los fines de semana es muy malo.
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