26 jul 2005

En el hormiguero

En el hormiguero todo está organizado. En el hormiguero cada uno tiene su función. La mayoría somos obreras y nos dedicamos a ir y venir dando viajes a la superficie para hacer acopio de comida. Siempre utilizamos la gran red de túneles para desplazarnos y sólo salir a la superficie el mínimo tiempo posible pues es en la superficie donde somos más vulnerables. Cuando alguna de las galerías queda interrumpida buscamos otra rápidamente para poder alcanzar nuestro destino. Para ello, siempre es útil la ayuda de las hormigas soldado que nos orientan y nos guian sobre el camino a seguir. La jornada de trabajo comienza bien temprano y la actividad no cesa hasta bien entrada la noche. Todo funciona en el hormiguero. Es nuestro mayor orgullo. Tenemos todo lo que deseamos, trabajamos durante todo el día, por la noche dormimos y los días festivos nuestra reina nos suministra grandes dosis de azúcar como recompensa. Tenemos todo lo que una hormiga puede desear. Es un orgullo pertenecer a la colonia.

A veces, pienso en los humanos. Si yo tuviera su capacidad para crear, imaginar, sentir, etc, no me gustaría ver como se malgasta todo ese potencial en vivir como nosotras. Por eso pienso que ellos siempre están tristes.


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