9 jul 2007

Bernat Soria

Cuando me enteré el otro día de lo del cambio de ministros, me alegré más que nada por uno de ellos; el de Ministro de Sanidad. Y no porque haya seguido la trayectoria del recién nombrado, ni tan siquiera por lo mal que lo hubiese hecho la anterior. Simplemente me alegré porque el nuevo Ministro de Sanidad es un científico. Y un científico es, por definición, una persona cabal, racional, comedida, excéptica por naturaleza y entusiasta. Desde siempre he pensado que la Ciencia debería jugar un papel muy destacado en la sociedad y por lo tanto, en la política. Sí, los más frikis ya habrán advertido que esa idea quedó plasmada perfectamente en las historietas que contaba Isaac Asimov acerca de un tal Hari Seldon. Creo que ése sería el mejor ejemplo de lo que quiero decir.

Pues eso, que si en la política hubiese muchos más científicos, otro gallo nos cantaría. Y prueba de ello es esta cita de Bernat Soria, nuevo Ministro de Sanidad, que acabo de encontrar en Las penas del Agente Smith:
"Sostener que un embrión es un ser humano no es más que una creencia religiosa. Toda creencia es respetable, pero no se puede legislar para todos los ciudadanos basándose en las creencias de algunos. Una creencia no debe impedir a un enfermo la posibilidad de un tratamiento. Si hay alguien que tiene esa creencia, lo razonable es que él no acepte el tratamiento cuando exista. Pero impedir ese tratamiento a los demás, a quienes no comparten ese punto de vista, aduciendo creencias religiosas es una forma de integrismo, una actitud muy lejana de los principios que suelen orientar a las sociedades occidentales"

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Martínez Camino sobre Bernat Soria:
"Una ciencia sin conciencia no es ciencia, es un peligro para la sociedad, y el ministro ha creado expectativas infundadas y, además inmorales."

Leído en El Mundo.
Qué fuerte, qué fuerte.

Anónimo dijo...

Martínez Camino sobre Bernat Soria:
"Una ciencia sin conciencia no es ciencia, es un peligro para la sociedad, y el ministro ha creado expectativas infundadas y, además inmorales."

Leído en El Mundo.
Qué fuerte, qué fuerte.
qk

Anónimo dijo...

Los principios de las sociedades occidentales son los que fundamentan los motivos por los cuales estas técnicas no pueden ser aplicadas: el asesinato es un delito.